Mujeres representativas

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«Hombres, Lugares y Cosas de La Mancha»
(Rafael Mazuecos Pérez-Pastor)
Fascículo I «Mujeres representativas”

Con fecha junio de 1951 publicaba D. Rafael Mazuecos el Fascículo I del que sería inmejorable estudio de los «Hombres, Lugares y Cosas de La Mancha», referido a su pueblo Alcázar de San Juan y su comarca. Obra que alcanzaría hasta el año 1985 con el Fascículo 54.

Esta página no pretende insertar la publicación de los mencionados fascículos, sabido es que el insigne autor sufragó la obra completa y que además la entregaba gratuitamente para conocimiento de sus contemporáneos, no solo de Alcázar, por lo que estimamos que es una obra muy divulgada, principalmente entre los alcazareños y su comarca. También y como gran empuje para su divulgación entre las nuevas generaciones, con el patrocinio del Excelentísimo Ayuntamiento de Alcázar de San Juan, El Patronato Municipal de Cultura con la colaboración de la «Asociación Cultural de Coros y Danzas de Alcázar de San Juan», integró hace algunos años en un CD la obra completa, que puede ser adquirida en el citado Patronato.

Por lo expuesto, nuestra intención es presentar algunos de los artículos o temas que aparecen en la extensa obra y que a nuestro entender reflejan el acertado criterio del autor, al presentar el carácter manchego y por ello cervantino de muchas de las personas y sus costumbres, que aparecen en la obra.

Portada de "Hombres, lugares y cosas de La Mancha", de Rafael Mazuecos Pérez-Pastor

Portada de «Hombres, lugares y cosas de La Mancha», de Rafael Mazuecos Pérez-Pastor

En la página 30 del primer fascículo presentando el carácter alcazareño y por tanto manchego:

MUJERES REPRESENTATIVAS

A CUYO NOMBRE VAN VINCULADAS PEQUEÑAS

INDUSTRIAS LEGENDARIAS DEL LUGAR

Varios personajes como ejemplo y entre ellos a, Doña Gregoria Cervantes Carpio «La del Chocolate», que dice así.

Gregoria Cervantes (imagen cortesía de: "Hombres, Lugares y Cosas de La Mancha, de Rafael Mazuecos Pérez-Pastor)

Gregoria Cervantes Carpio (imagen cortesía de: «Hombres, Lugares y Cosas de La Mancha, de Rafael Mazuecos Pérez-Pastor)

¡Conmovedora vida la de la Gregoria!.

Cuando éramos chicos le decían la Golilala, por ser de esta familia, o la viuda de Ambrosio, por serlo de Ambrosio Escribano.

Como casi todas las mujeres que han de figurar en estas páginas, tuvo mucha familia, lo que a ninguna impidió desarrollar su gran trabajo y hacer buen capital, dicho sea sin propósito de convencer y estimular a las que hoy parecen que no sirven ni para lo uno ni para lo otro; pero la Gregoria del Chocolate, con cuya denominación se la conocerá siempre ya, tuvo la desdicha de ver morir mayores a sus diez hijos, algunos ya casados, y dos nietos también adultos, con lo que su vida, a partir del fallecimiento de Ambrosio, fue una serie ininterrumpida de enfermedades y entierros hasta el año 1934, que acabó sus días a los 76 años.

¡Es verdaderamente extraordinario el caso de la Gregoria del Chocolate, como pudo mantener su industria tan acreditada hasta última hora en medio de tanto sufrimiento sin que decayera su espíritu ni se quebrantara su energía! No hay duda que Dios, que siempre pone la medicina junto a la llaga, hizo que esta singular mujer hallara en el trabajo, única ilusión permanente de la vida, el consuelo y la compensación de sus dolores.

Y termina D. Rafael rememorando su infancia.

Ya apenas quedan señales de aquella casa del Boquete, que se ve a la derecha de la fotografía de la Plaza, donde íbamos de chicos a por el chocolate de papel amarillo que nos despachaba la Gregoria con su calma habitual.

 

MANUELA SÁNCHEZ MATEOS MARCHANTE

» LA CANTERA»

Manuela Sánchez Mateos Marchante, La Cantera (imagen cortesía de: "Hombres, Lugares y Cosas de La Mancha, de Rafael Mazuecos Pérez-Pastor)

Manuela Sánchez Mateos Marchante, La Cantera (imagen cortesía de: «Hombres, Lugares y Cosas de La Mancha, de Rafael Mazuecos Pérez-Pastor)

 

En este capítulo de mujeres representativas, no puede aventajar ninguna a «La Cantera» en interés para la población, porque si bien todas alcanzaron prestigio y consideración merecidísimos dentro de la localidad, ninguna extendió a tanta distancia como ella el nombre del pueblo, pues aunque la industria de las tortas no estuviera exclusivamente en sus manos, es lo cierto que en ella se concentró la fama que afortunadamente perdura en toda España.

Era hija de Mariano el Cantero y por lo tanto sobrina de Ezequiel, (Petardo), padre de Estrella, hermana de José María, el maestro de la música, y de la Petra, madre de los Albercas de la calle Castelar.

Se casó con Lope Tejero Palomo, gañán y luego calderero en la Estación, que murió el año 1894, dejando a la Manuela con 8 hijos de 10 que habían tenido, y una viñeja de mala muerte. Pero ya funcionaba el horno porque la Manuela había aprendido de su madre Carmen a hacer las tortas y tenía guardado el secreto de la fabricación y las unidades de peso que eran cantos, pues como dice Antonio, el sistema métrico decimal no entró nunca en su casa.

Procedente de una rama robusta de trabajadores de nuestro suelo, supo infundir en sus tortas todas las virtudes del secano de su tierra, cuyos productos alcanzan, increíblemente en un ambiente reseco, una dulzura exquisita sin empalagosería, que no tienen en los regadíos; una consistencia más compacta pero con un punto de esponjosidad que los hace más sabrosos, unos colores mucho más puros y brillantes y un aroma penetrante y delicado. Nuestros productos son menos, pero ¿donde van a parar los frutos de las grandes huertas con los productos de la tierra?…

Los melones, las sandías, los tomates, las uvas, las habas, las lechugas… y las tortas eso son; un exquisito producto de secano que se ha acreditado por su bondad insuperable, pero que no hemos sabido colocarlas a la altura de sus merecimientos y que por nuestra indolencia en dar a reconocer lo autentico, circula desfigurado por muchos sitios con detrimento de la mercancía y del pueblo que le da nombre.

Los Canteros sacaron y labraron todas las piedras de nuestras canteras, y cuando decreció el oficio hicieron la Cantera de las tortas, inagotable filón y esplendida hazaña de una familia optimista y jovial, gozosa de vivir, de buena conformidad en todo tiempo, dando alegremente a su pueblo,– como Dios manda, pues ya se sabe que Dios ama al donador alegre,–el fruto de un trabajo que cubre a la ciudad de honor y simpatía ante propios y extraños. Y el pueblo haciendo honor a su psicología, lo aprecia pero lo ve como una cosa natural y como el que todo lo merece, no hace nada para fomentarlo, para consagrarlo y defenderlo de las mixtificaciones extrañas, como si no fuera su nombre y su interés los perjudicados.

Los turrones de Jijona, los membrilleros de Puente Genil, los mieleros de Brihuega y en general los elaboradores de productos selectos de todas partes, aunque trabajen independientemente , se unen y toman medidas para defender la autenticidad de sus marcas que son signo de pureza y bondad garantizada para los consumidores y riqueza para los fabricantes. ¿Que tendrá nuestro espíritu para ser tan abandonado?

Grande, inmensa es la gratitud que las tortas merecen de todos los alcazareños…..

La Manuela fue una fiera para el trabajo, de un genio tan fuerte como grande y noble de corazón. Trabajaba desde las dos de la madrugada y no tomaba más que una patata cruda hasta la comida de mediodía.

Crió y caso con holgura a sus ocho hijos, a cuatro de ellos por dos veces, porque enviudaron. Fue esplendida hasta la prodigalidad y sin embargo pudo comprar una casa a cada hijo y dejar abierta la fuente de las tortas que le producía catorce duros diarios ¡en aquellos tiempos! en los que no todo el mundo comía bizcochos ni todos los días y vendiendo las tortas a 30 y a 60 céntimos. ¿Cuánto trabajaría la Manuela!

Con motivo de los obsequios de tortas hechos por su primo Estrella (siendo alcalde) a S. M. el Rey (Alfonso XIII) a su paso por la estación, fue galardonada con el título Proveedora de la Real Casa.

Acudió con sus productos a varias exposiciones nacionales y alcanzó cuatro premios en Barcelona, lo que acredita sus elevadas miras y lo satisfecha que estaba de su fabricación.

Esta benemérita alcazareña murió el 24 de Junio de 1921, a los 79 años.

Un comentario en “Mujeres representativas

  1. Ester Lagos Pantoja dice:

    Me gustaría saber si se puede conseguir un ejemplar de esta obra en la actualidad, mi bisabuela es mencionada en ella y nos gustaría poder leerlo. Gracias

Comentarios cerrados.