En abril de 1971 se publicaba el Fascículo XXXIII de la obra de D. Rafael Mazuecos «Hombres Lugares y Cosas de La Mancha» Apuntes para un estudio médico-topográfico de la comarca.
Con el título «Una Inscripción», el Sr. Mazuecos presentaba una fotografía de una placa instalada dentro de Ayuntamiento viejo, nada menos que datada en 1678.
La mayoría de los alcazareños saben que existió este antiguo edificio como Ayuntamiento y que lo fué durante más de 300 años, pero como no se cansaba el Sr. Mazuecos de resaltar, la protección de nuestro patrimonio y la visión de futuro en este aspecto en las distintas épocas, ha sido muy escasa y bien que ahora nos lamentamos.
«Una Inscripción»
La que figura en el cliché que encabeza estas líneas, estaba en el rellano de la escalera del Ayuntamiento viejo y se reproduce literalmente de una fotografía que guardaba Marcelo Vaquero, el chico de Lucio, como documento útil para estudios sucesivos a pesar de que hiede no poco a fantasía quijotesca.
Dice así:
«La puerta para este Archivo, se abrió a la principal escalera y puertas a la torre i cuartos altos, i sala de prisión, de capitulares, siendo Alcaldes ordinarios los Señores don Ju.º Ant.º López Manriq. De Lara i Rivadeneira y Don Ber.º Roman Guerrero i Regidores Don J.º de Cerbantes i Mendoca, Don J. de Soto Maior Yunco, Don Alonso Pérz de Marañon i Arias, Don J.º Manuel de Santa María, Tello de Maneses, i Soto Maior, y Alonso Ximenez de la Castellano, Román: Scriu de Ayuntamiento Pedro Díaz Comino, zenzerrado. Año de 1678. Esta villa de Alcázar de S J.ª. La fundó el Rey Tago, 5 Rey de España i tiene de Antigüedad, 3519 Años, asta este, 1678».
Si bien se han publicado en múltiples ocasiones, traslado aquí los fotos reflejadas por el Excmo. Ayuntamiento de Alcázar de San Juan y el Patronato Municipal de Cultura, en los almanaques de los años 1991 y 1993 respectivamente, para que se recuerde donde estaba la Placa.
Posteriormente para San José de 1981 de la obra de D. Rafael Mazuecos, «Hombres Lugares y Cosas de La Mancha», se publicaba el Fascículo XLVIII y en la contraportada, bajo una foto del derribo del Ayuntamiento, el Sr. Mazuecos hace la siguiente y acertada reflexión.
La piqueta triunfadora
Canta el gallo a toda hora, como nos lo dicen las sombras
Viendo la solidez de la obra comprendieron su error los demoledores, dicen, pero siguieron, sin querer darse cuenta que si algo fallaba no era la torre, sino el cimborrio y las partes laterales agregadas como postizas y desunidadas de la parte principal por su propio envejecimiento.
Siempre pasa lo mismo y era menester que el gestor público sufriera en su propia carne, como le pasa al privado, las consecuencias de sus decisiones, para que no se ensoberbeciera tanto y comprediera sus equivocaciones a tiempo de remediarlas.
Es bien manifiesta, aún en la fotografía , la firmeza, la individualidad e independencia de la torre de cuatro plantas.
Aquella torre, de origen árabe indudablemente, pudo ser coronada con una especie de Alminar, como hay otras, sobre todo en Andalucía, para poner el reloj, pero por falta de conocimiento, de gusto o de dinero, le pusieron aquella armadura de madera cubierta de chapa que tanto la desfiguraba.
Datos del pueblo muy buenos que no conocía,es importante saber de cuando procedemos,y conocer la historia,gracias.